viernes, 12 de junio de 2009

EL LEÑADOR

LA ZORRA Y EL LEÑADOR
Una zorra era perseguida por unos cazadores cuando vio a un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
De inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
Con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron en lo dicho por su palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
El leñador le reprochó que a pesar de haberla salvado, no le diera las gracias, a lo que la zorra respondio:
-Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.
«No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras» - Esospo

0 comentarios: